Alégrate, joven, en tu juventud, y tome placer tu corazón en los días de tu adolescencia; y anda en los caminos de tu corazón y en la vista de tus ojos; pero sabe, que sobre todas estas cosas te juzgará Dios. Quita, pues, de tu corazón el enojo, y aparta de tu carne el mal; porque la adolescencia y la juventud son vanidad
– Eclesiastés 11:9-10
Según este texto encontramos 3 características principales de la juventud a lo largo de toda la historia:
- La búsqueda de la felicidad
- La búsqueda de placer
- La búsqueda de libertad
Como jóvenes encontramos que el Mundo, Satanás y el Pecado nos ofrecen alternativas para cubrir estas necesidades sin contar con Dios. Nosotros queremos proponerte la alternativa bíblica.
Nuestro principal objetivo es la Gloria de Dios, y ésta pasa por llegar a deleitarnos en Dios de tal forma que no nos llamen la atención otros deleites. Porque como dice Piper, “el pecado es siempre insatisfacción de Dios”.
Nosotros somos bienaventurados, somos felices en Dios. Somos jóvenes que no necesitamos convertir nuestras reuniones en mero entretenimiento para sentirnos bien en la Iglesia. Sí que creemos que debemos ser 100% humanos y tener momentos de diversión como grupo, pero el centro de nuestra “diversión” es aprender de Jesús por medio de su Palabra.
Los jóvenes van en busca de todo tipo de placer. El rey Salomón probó distintos placeres y no negó ningún deseo a su corazón. Pero rápidamente vio la vanidad de todo ello y en Eclesiastés 2:2 escribe “A la risa dije: Enloqueces; y al placer: ¿De qué sirve esto?” Vemos cómo los jóvenes buscan deleite en drogas, en fiestas, en la sensualidad y la sexualidad, en el culto al cuerpo, en el éxito y la fama, en la apariencia y la estética…, en definitiva, en lo que sea que ellos crean que puede llenar su vacío.
Pero el vacío que hay en el corazón del hombre tiene forma de Dios, y sólo Dios puede llenarlo. Realmente existe un Dios que supera nuestras expectativas y que una vez conocido nos hace rechazar con facilidad los sucedáneos del mundo. Como jóvenes aprendemos a deleitarnos conociendo los atributos de Dios, sus grandes obras y su plan de redención, todo ello revelado en su Palabra. Si quieres conocer un deleite que nunca acaba, ven con nosotros a conocer más al Señor de la Gloria.
Si te guías por tu corazón y por tus ojos serás esclavo por siempre de tus propios pecados. Piensa por un instante.
Cada persona en este mundo tiene su opinión y rige de forma diferente su vida. ¿Pueden estar todos en lo cierto? Alguien debe estar equivocado, ¿no crees? En cambio, el Señor Jesús dijo que podíamos ser verdaderamente libres si conocemos su Palabra y la seguimos. “Conoceréis la verdad y la verdad os hará libres” Juan 8:32. Por tanto, una de las actividades principales de nuestro grupo es estudiar la verdad de Dios y aprender a vivir en obediencia a ella.
Obviamente esto sólo es posible por el Espíritu Santo, quien es y debe ser siempre nuestro maestro. Enfatizamos la obediencia a esta verdad no porque nos creamos mejores que nadie, ni tampoco porque pensemos que nos podemos hacer merecedores de la salvación o del favor de Dios. Tan sólo es porque entendemos que Cristo dio su vida por nosotros en su juventud. Entregó sus mejores años y nosotros queremos agradarle y amarle viviendo fielmente.
Nuestro deseo es que después de leer estos párrafos tú desees sumarte al llamado de ser un joven consagrado al Señor, y no un religioso que asiste a actividades pseudocristianas y que el resto de la semana vive como un demonio. Queremos ser realmente discípulos de Jesús, ¿te apuntas?
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